Una serie de ataques con explosivos lanzados el fin de semana contra la policía deja siete muertos y decenas de heridos en el norte de Colombia, en acciones que según indicios oficiales involucran a grupos del narcotráfico.

Ayer se conocieron dos nuevos atentados contra estaciones de policía, tras el estallido de una bomba dentro de una comisaría en Barranquilla que causó la muerte a siete efectivos y también heridas a otras 41 personas.

Según el organismo, poco antes de la medianoche del sábado, un artefacto estalló en el puesto de mando de una aldea del municipio de Santa Rosa, en el departamento de Bolívar, ubicado también en el norte del país.

En esta acción perdieron la vida dos uniformados y otro resultó herido. La policía detalló en un comunicado que la carga fue instalada en “el costado izquierdo” de la pequeña estación, que antes había sido “hostigada”.

Las autoridades no ofrecieron pistas sobre los presuntos responsables de este ataque, el tercero en el fin de semana contra la fuerza policial.

La Estación Policial de Bellavista fue destruida casi en su totalidad. / @JOCLUISDONADO


ELN se atribuye ataque

Un grupo del ELN (Ejército de Liberación Nacional) se adjudicó el ataque con explosivos que mató a cinco policías e hirió a 41 personas, a través de una declaración que no ha sido avalada por el alto mando de esa guerrilla ni confirmada por autoridades.

El Frente de Guerra Urbano Nacional del ELN señaló en la página web Insurgencia Urbana que cometieron el atentado con una bomba el sábado en una estación de policía en Barranquilla.

“Se atacaron fuerzas policiales de la estación San Jose (sic), en el sur de Barranquilla (...) Resultados: 5 policías muertos y 43 más heridos”, señaló la organización.

La AFP consultó a fuentes del ELN en Quito, sede de los diálogos de paz con esa guerrilla, actualmente en suspenso, sobre este comunicado, que en principio no ha sido desmentido.

Según esas fuentes que hablaron bajo reserva, el mando rebelde está “investigando” si el texto es auténtico, aunque admitieron que se trata de una de las páginas vinculadas con el ELN. De confirmarse la autoría de la guerrilla, el proceso de paz quedaría herido de muerte.

El gobierno dejó en suspenso los diálogos iniciados en febrero, a raíz de una ofensiva insurgente desatada el 10 de enero, al término de una tregua de cien días.